Ya están más claros los planes de Sony Corporation para volver a la senda de la rentabilidad. El conglomerado japonés sigue perdido entre decisiones comerciales recibiendo en los últimos tiempos recompensas en forma de pérdidas cuantiosas en divisiones como las televisiones y telefonía móvil, y quieren poner punto y final a esta situación. En una nueva reunión con sus inversores, Sony Corporation pretende pasar a su segunda fase de reestructuración centrándose en los negocios que le han dado mucha más rentabilidad, y aparcando otras divisiones que les han estado deparando números rojos. De esta manera veremos como en los próximos tres años, la compañía japonesa bajará el ritmo a la hora de lanzar nuevos productos de telefonía móvil y televisiones, para dar un mayor empujón a la venta de sus sensores de imagen, videojuegos y otras áreas de entretenimiento.
Con esta medida, Sony Corporation pretende multiplicar por 25 sus beneficios operativos para el 2018centrándose en sus negocios más rentables. El consejero delegado de la firma, Kaz Hirai, admite real la posible salida de sectores como la telefonía móvil y las televisiones “manteniendo esta posibilidad en mente”, sea vendiéndolas de forma definitiva o bien delegándolas a otras filiales. De hecho hay un plan estratégico para crear una filial en el último trimestre del año para que se centre en la producción de electrónica. Esto no sólo se debe a las continuas pérdidas en estos sectores, sino también a la competencia cada vez más fuerte de compañías chinas que no paran de crecer en un mercado de la telefonía móvil que mira cada vez con más fuerza al gigante dormido.
Mientras que la estrategia a corto plazo de Sony Corporation ha sido la de realizar reformas, el siguiente paso será centrarse en la generación de beneficios e inversión para favorecer el crecimiento. Así, en un plazo de 3 años esperan alcanzar unos beneficios operativos de 4.200 millones de dólares, una previsión de crecimiento del más del doble respecto a lo que se espera declarar a la conclusión del presente curso fiscal el 31 de marzo.
¿Qué nos podemos esperar de esta decisión y en cómo afectaría al mercado de la telefonía móvil?. Es de esperar que veamos el lanzamiento de menos terminales durante los próximos años, menos decisiones arriesgadas en este terreno sin esperar ninguna revolución, e incluso centrarse en los mercados más rentables para este sector. Parece ser que, a pesar del camino de esperanza abierto en sus últimos resultados trimestrales, el sector de la telefonía móvil para Sony quedará relegado a un segundo plano… al menos hasta el 2018.
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