Recientemente, términos como proxy, navegación anónima, VPN, Tor, etc., han empezado a surgir en las conversaciones de la gente común y corriente con más frecuencia de lo normal. Usualmente, y por la mayoría del tiempo de vida que tiene Internet, el gran grueso de usuarios de la red nunca se preocupaba por estas cosas.
El usuario promedio se limita a abrir su navegador, buscar en Google y revisar sus redes sociales. Pero en vista de todo lo que ha salido a la luz en los últimos años, programas espías del gobierno como PRISM, empresas que proveen servicios que casi todos usamos dedicándose a recolectar nuestros datos y a venderlos al mejor postor,
censura en diferentes partes del mundo y el bloqueo del acceso a la información a ciudadanos en países con situaciones de crisis políticas; la gente cada vez se empapa más de los conocimientos necesarios para proteger su identidad, saltar la censura y descubrir las otras capas de la web.
Deep Web, la otra Internet
Aunque pueda resultar difícil de creer, hasta el punto de que para muchos es una leyenda urbana; la Deep web o Internet profunda (Deepnet, Hidden web, Invisible web) compone la gran mayoría de Internet. La Deep Web es todo el contenido de la World Wide Web que no forma parte de la Surface Web, es decir, no forma parte de los sitios que pueden ser indexados por los buscadores y a los que cualquier usuario puede tener acceso desde un navegador corriente.
Aunque hay pocos estudios, uno de los más recientes hecho por la Universidad de California estima que la Deep Web está formada por unos 7.5 petabytes (1 petabyte son 1000 terabytes). Según estudios similares, la web que todos conocemos (Facebook, Wikipedia, los blogs, etc.) se compone de menos del 1% de todo Internet.
El concepto es sencillo y a la vez confuso, pero se hacen comparaciones de la web con el mar. En la superficie del mar se encuentran los buscadores, que recogen los sitios que tienen enlaces entre ellos, páginas estáticas como por ejemplo este blog. Esa es el área del océano que podemos “surfear”. Más profundo se encuentran las bases de datos. Cuando se le hace una pregunta a una base de datos, esta genera una página única que no se indexa en los buscadores y por lo tanto no forma parte de la Surface Web.
Las publicaciones académicas, como las de revistas científicas privadas, tampoco forman parte de la superficie, ya que están escondidas en páginas individuales dentro de redes privadas, como las que descargó el fallecido Aaron Swartz y por las que fue encarcelado y enjuiciado. Muchas páginas también están escondidas porque forman parte de una Intranet, usualmente de corporaciones o universidades.
Tor
Más abajo aún, en las profundidades de ese mar, se encuentra la red Tor, la parte más oscura de la red. Esta se compone de una serie de sitios web secretos cuyas direcciones terminan en .onion, y que requieren de un software especializado para poder acceder. Ese software es conocido como Tor. Mucha gente lo usa para acceder de manera anónima a la red, ya que cifra todo el contenido que pasa por él.
Tor es una red de túneles virtuales, que protege las comunicaciones del usuario haciendo que reboten dentro de una red enorme mantenida por voluntarios alrededor del mundo, fue diseñado originalmente como un proyecto de enrutamiento del Laboratorio Naval de Investigación de los Estados Unidos con el fin de proteger las comunicaciones del gobierno.
La Deep Web no es un juguete, y la oscuridad que la rodea ha hecho que sea el nicho donde se encuentran las peores cosas posibles: ventas de drogas ilícitas, pornografía, armas, y hasta asesinos a sueldo. Se dice que en la Deep Web no se navega, se bucea. No tiene buscadores, sino algunos sitios de referencia para comenzar la búsqueda como la Hidden Wiki, y hay que tener mucho cuidado con lo que se busca, pues puedes encontrarte con algo que no quieres ver o algo que otros no quieren que veas.
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