WhatsApp la plataforma de mensajería más popular del mundo. Muchos han intentado derrocarla, pero ninguno lo ha conseguido. Y ahora, será más difícil aún lograrlo.
Año 2009. Los SMS aún gozaban de buena salud, y las operadoras, para variar, hacían sangre con ellos –especialmente las operadoras europeas–. Los smartphones, gracias a Android y al iPhone, estaban en pleno auge; parecían no tener techo. Y las aplicaciones móviles, al mismo tiempo, no paraban de crecer en número tanto en Android Market (que es como se llamaba hace años Google Play) como en App Store.
Bajo ese paradigma, en 2009, nació WhatsApp, un servicio de mensajería instantánea –en aquel momento, muy básico– exclusivo para smartphones. Además, inicialmente gratuito (aunque todos recordamos la polémica que hubo hace meses sobre el pricing de WhatsApp), lo que le acercaba aún más a los usuarios de un smartphone.
Debido a esa gratuidad y a su sencillez de uso, WhatsApp comenzó a crecer rápidamente. En solo dos años, WhatsApp ya se convirtió en un must con casi 100 millones de usuarios activos al mes. Y en unos cuatro años, la cifra de usuarios activos cada mes ya rondaba los 420 millones. Una masa de usuarios enorme que dejaba claro que el poderío del servicio.
Tal ha sido su crecimiento que una grande del sector como Facebook desembolsó 19.000 millones de dólares a principios de 2014 para adquirir WhatsApp Inc., una cifra que muchos consideraron demasiado elevada en su momento. Eso sí, con el paso del tiempo y el continuo crecimiento del servicio, parece que esa cifra ha sido totalmente justa. Y es que hablamos del servicio de mensajería instantánea más popular del mundo, superando a todos sus rivales con diferencia –tan solo Facebook Messenger (también propiedad de Facebook) y LINE se le acercan en algunas regiones–.
Pero a lo largo de ese camino, muchas otras compañías han intentado imitar el modelo de WhatsApp y robarle usuarios. Encontramos casos como el de LINE, WeChat, Telegram o incluso BlackBerry Messenger, quien ha intentado en numerosas ocasiones recuperar ese trono que perdió hace años por limitarse a una plataforma condenada a morir (BlackBerry OS).
Lo interesante es que todos han presentado características diferenciadoras, como los stickers y el cliente de escritorio de LINE; la alta seguridad y sencillez de Telegram; o los canales y la gran encriptación de BlackBerry Messenger. Todos ellos aportaban algo útil y diferenciador respecto a WhatsApp, peroninguno ha logrado arrebatarle a la compañía estadounidense lo que es suyo. Y es que, a pesar de esa inferioridad técnica, WhatsApp ha ido resistiendo todos los golpes durante estos años, como si de un navío de guerra estadounidense se tratase. Imparable, resistente, y firme.
Pero eso es solo la punta del iceberg. La compañía estadounidense, apoyándose en Facebook, está dando pasos muy importantes en los últimos meses con el objetivo de sellar las grietas del servicio y mejorarlo aún más. Pasos como la brutal mejora de seguridad (reclamada por los usuarios desde hace años), el inminente cliente de escritorio o las llamadas VoIP integradas dentro de la propia aplicación. Características que siempre se han echado en falta en WhatsApp y que, poco a poco, están llegando al servicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario